El habla y los sonidos hacen la vida muy interesante, el micrófono es la herramienta perfecta para proyectar palabras y sonidos de forma eficiente. Difícilmente podemos imaginar un día sin música, videos, audios y podcasts; quizá pocos de nosotros pensamos en los micrófonos empleados en su creación y producción.
El funcionamiento de los micrófonos es fascinante, tanto como su historia. Te invitamos a conocer un poco sobre sus características, cómo elegir un buen micrófono, y en qué están inspirados los micrófonos de última generación.
Cómo funciona un micrófono
El funcionamiento del micrófono es sencillo, esta maravilla moderna para amplificar sonidos es un transductor. Recoge el sonido en forma de ondas o vibraciones y las convierte en corriente o voltaje eléctrico. Están complementados con un amplificador puesto que la potencia de su salida es una señal eléctrica muy baja.
Actualmente hay diferentes tipos de micrófonos en función de la forma en que cada aparato recoge el sonido, no obstante, podemos notar que todos tienen un funcionamiento común. Captan las ondas sonoras que llegan a una membrana, las distribuyen por el aparato y la convierten en una señal eléctrica.
Componentes de un micrófono
Las partes del micrófono juegan un papel clave en su funcionamiento, su estructura es muy similar a la del oído. Incluso, algunos personajes destacados del mundo musical han llamado a los micrófonos «las orejas artificiales». Consta de una rejilla que sería como el pabellón u oído externo y de una membrana que hace las funciones del tímpano del oído humano.
Podemos diferenciar las siguientes partes en la estructura de un micrófono:
- Carcasa. Es la parte donde están contenidos todos los elementos internos del micrófono.
- Rejilla. Su función es proteger los componentes internos ante golpes y evitar que los sonidos exploten al pronunciar palabras con «b y p».
- Transductor o cápsula. Es en esta microcápsula donde las vibraciones se convierten en electricidad.
- Membrana o diafragma. Es la parte más delicada del micrófono, este «tímpano» está estrechamente unido al transductor para convertir la energía acústica en energía eléctrica.
Un componente fundamental de los micrófonos es el conector de salida ubicado en la parte trasera de la carcasa. Este dispositivo es el encargado de llevar la señal eléctrica hasta la consola de sonido. En el caso de micrófonos inalámbricos este se convierte en un transmisor de radiofrecuencia que envía ondas electromagnéticas.
Transformación de la energía en el micrófono
Las vibraciones en la presión del aire son ondas sonoras captadas por el micrófono y convertidas en voltaje eléctrico de variable intensidad y fuerza; según la presión ejercida sobre la membrana o diafragma.
Cuando el sonido choca con la membrana esté se transmite a un dispositivo elaborado en distintos materiales; puede ser de partículas de carbón, de cristal, tipo condensador o bobina. Gracias a un circuito eléctrico ubicado en el transductor ocurre la conversión de la voz a señal eléctrica; que luego se introduce al amplificador de sonido mediante el conector de salida del micrófono.
Características básicas de los micrófonos
Dependiendo del propósito de uso, podemos elegir el micrófono conveniente, para sacar el mejor provecho es necesario familiarizarse con las características de este dispositivo.
Directividad y curva polar
Esta es la particularidad primordial a la que debes prestar atención al momento de elegir un micrófono. La razón es sencilla, de esto depende como recoge el micrófono las ondas sonoras. Si es en una dirección o en todas las direcciones.
De esta característica surge una clasificación de micrófonos:
- Omnidireccionales (captura las ondas con la misma intensidad en todas las posiciones del micrófono).
- Bidireccionales (Los sonidos que recoge son limitados, solo al frente y parte posterior de la cápsula).
- Unidireccionales o cardiodes (máxima sensibilidad a las ondas en ciertas áreas del micrófono).
Impedancia, sensibilidad y respuesta en frecuencia
La impedancia viene determinada por el tipo de micrófono, si es dinámico o de condensador. Y representa la tensión eléctrica que se genera entre el micrófono y el equipo receptor al momento de conectarse. Por eso se llama impedancia de salida. Un buen micrófono tiene esta fuerza en un rango de entre 50 y 500 Ω.
Como lo indica su nombre, la sensibilidad del micrófono es su capacidad de captar los sonidos por débiles que sean. Es una característica a la cual darle especial atención al momento de escoger el aparato, cuando más alta la sensibilidad mejor.
No todos los micrófonos responden iguales al nivel de frecuencia, cuando elijas uno, verifica que su respuesta en frecuencia sea plana, o lo más plana posible. Esto garantiza una fidelidad del sonido, igual para todas las frecuencias del espectro audible.
Cómo se debe usar un micrófono
No todo depende del tipo y calidad del micrófono, especialmente cuando no somos muy expertos tendemos a cometer algunos errores al momento de usar estos dispositivos. Mira a continuación algunos tips de los expertos:
- Vigilar la distancia entre el micrófono y la boca. Lo ideal es colocarlo a una distancia de 15 centímetros, tomando en cuenta los movimientos de la cabeza del orador. Esto evitará en gran medida la retroalimentación acústica y el molesto sonido explosivo al pronunciar ciertas palabras.
- El volumen adecuado. Usar el volumen adecuado es imprescindible si se quiere captar la atención de los oyentes. Cuando el volumen es muy bajo, la fatiga mental llegará pronto al público, y si es muy alto la información se perderá en el ruido.
- Ser naturales. Esto es clave si somos novatos en el uso del micrófono. Queremos que nuestra voz sea natural, que las ideas fluyan sin nervios ni fricciones, la práctica ayudará a lograrlo.
Los micrófonos bio inspirados de última generación
La tecnología no se detiene en su camino a ofrecer lo mejor, los micrófonos de última generación también son llamados bio inspirados porque es de la naturaleza que están siendo recreados.
La sencilla polilla de cera (Noctua Pronuba) está siendo objeto de estudio por su extraordinario oído, contenido en una diminuta estructura del tamaño de la cabeza de un alfiler. Basados en estas investigaciones se están creando mejores micrófonos para teléfonos y dispositivos para sordos.
