La historia de Yahoo es la de una empresa que parecía destinada a gozar de un largo dominio en el ámbito de la Internet. Su función como directorio, responsable de facilitar la navegación en un lugar tan lleno de posibilidades, se demostró indispensable.
Sin embargo, los continuos errores corporativos permitieron, primero, la aparición de un rival formidable (Google) que aprovechó esos traspiés para dominar la Internet. Más tarde, esos mismos errores impidieron reinventar la marca y esto condujo a su adquisición por parte de Verizon en 2016.
Hoy conocerás la historia de una marca indispensable para comprender la evolución y desarrollo de la Internet en sus primeros años.
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Inicios de la historia de Yahoo
La historia de Yahoo comienza en la Universidad de Stanford, en California, y, como en muchas historias de éxito, no empezaron siendo un startup. Dos estudiantes, Jerry Yang y David Filo, idearon un directorio web capaz de guiarlos a sus sitios favoritos.
En sus inicios se llamaba Jerry and David’s Guide to the World Wide Web, pero no pasó demasiado tiempo para que cambiara su nombre a Yahoo. Su primer producto fue, precisamente, el Yahoo! Directorio, que se convirtió en un éxito rotundo.
Su clave estaba en categorizar temáticamente los sitios weben un modelo contrario al de los actuales buscadores. Mientras los buscadores se valen de mostrar primero los sitios más visitados, en Yahoo los resultados priorizaban la recomendación subjetiva de la propia web.
Expansión y consagración de Yahoo
Tras una temporada de desarrollo durante 1994, el 18 de enero de 1995 lanzaron el dominio yahoo.com al mundo. Su objetivo ahora era más amplio que el de ser un simple directorio: ahora buscaban ser un portal web omnipresente.
Para abril de 1996 realizaron una oferta pública en Wall Street, alcanzando un valor de 848 millones de dólares en su primer día. Esto resulta impresionante si tomamos en cuenta que su capital antes de cotizar en bolsa era de unos 33 millones de dólares.
Ese hecho marcó el despegue definitivo de las “.com” en todo el mundo, sirviendo como la demostración que necesitaban los mercados para apoyar las a webs. Para el año 2000, el valor de Yahoo ascendía a los 125.000 millones de dólares.
Semejante apoyo les permitió incrementar sus servicios con miras a cumplir ese objetivo de tenerlo todo en un solo lugar. No tardaron en aparecer servicios como Yahoo! Mail, Yahoo! Grupos, Yahoo! Juegos, Yahoo! Compras o Yahoo! Respuestas, entre muchos otros menos recordados.
Los primeros reveses
Con tanto dinero disponible, la historia de Yahoo comenzó a verse representada por sus inversiones para garantizar su expansión. Buscaban ofrecer todos los servicios en un solo lugar, sin preocuparse por garantizar la máxima calidad en todos ellos. Eso sumado a inversiones que no resultaron bien, tenemos a Geocities como el caso ilustrativo de cómo se comenzó a torcer todo.
Tras comprar dicha web en 1999 por 3.600 millones de dólares, sus resultados en Yahoo no fueron los esperados y cerraron en 2009. Si bien fue un primer acercamiento al diseño web para muchas personas del común, Geocities nunca operó de manera óptima.
Más dramática todavía fue la adquisición, en ese mismo 1999, de Broadcast, una de las primeras iniciativas de radio por Internet. Al cabo de tres años, su sistema de suscripción no rindió los resultados esperados y en 2002 se cerró dicha división. Hasta la fecha, se le considera como una de las peores adquisiciones en la historia de Internet.
Oportunidades perdidas y decadencia
Para 1998, Larry Page y Sergey Brin habían lanzado Google, pero, como ambos estaban interesados en terminar sus estudios, optaron por vender su buscador. Tras la negativa de Altavista, se lo ofrecieron a Yahoo por un millón de dólares. Debido a que deseaban mantener a la gente en su portal en vez de enviarla a otros sitios, rechazaron la oferta.
Años más tarde, cuando comenzaron a utilizar el buscador de Google en su portal, decidieron intentar comprar Google. Pero esta vez Page y Brin pedían 5.000 millones de dólares, lo que superaba por mucho los 3.000 que ofrecía Yahoo. De todas las oportunidades desperdiciadas en la historia de Yahoo, está sin duda es la más dolorosa.
Palabras similares se pueden decir de Facebook pues, en su día, Yahoo entendió el potencial que tenía la idea de una red social. En 2006 ofrecieron 1.000 millones de dólares, lo que fue visto con buenos ojos por los inversionistas de Facebook en su momento. Sin embargo, Mark Zuckerberg rechazó la oferta y dejó en claro que no iba a vender.
Esas oportunidades perdidas (y el crecimiento incontestable de Google) llevaron a que, desde 2004, las acciones de Yahoo cayeran en picada. Estaba claro para la opinión pública que no podían monopolizar todos los servicios en un solo portal, y la confianza de los inversionistas decayó.
Incluso le dieron la espalda a su mejor oportunidad de salvación, en 2008, cuando Microsoft se ofreció a comprarlos. Si hubieran aceptado los 44.600 millones de dólares, esta alianza habría podido ser un rival peligroso para Google.
Venta a Verizon
Una lista considerable de CEO pasó por Yahoo para intentar remontar la difícil situación de la marca, pero los esfuerzos fueron en vano. Marissa Mayer, antigua ingeniera en Google, asumió dicha responsabilidad en 2012. Si bien se produjo un leve aumento en el valor de la empresa, no fue suficiente para enderezar el rumbo.
En 2016 se hizo efectiva la venta de Yahoo a Verizon, por un valor de 4.830 millones de dólares. Desde entonces, los objetivos de sus nuevos dueños se han centrado en deshacerse de productos o servicios que no puedan ser ofrecidos de forma correcta.
Como vemos, la historia de Yahoo está marcada por un ascenso imparable, malas decisiones y una decadencia lenta y dolorosa. Su obsesión con encapsular todos los productos y servicios en un solo lugar marcó su historia, para bien y para mal. Aun cuando hoy no es un competidor de primera línea en la web, su lugar como pionero en la Internet como mercado es indiscutible.