La evolución del iPhone no se ha detenido. Hace 14 años el mundo tecnológico dio un giro. ¿La razón? El nuevo invento de la emergente empresa de la manzana: el iPhone. Se trataba de un dispositivo casi completamente táctil, que hacía de cartera musical y cámara fotográfica. Desde ese momento, no ha parado de crecer.
La evolución del iPhone y su revolución
Con la evolución del iPhone todo se ha revolucionado: la música, las comunicaciones y hasta el rol de los dispositivos móviles en la vida de las personas.
Pero ¿a qué se debe esto? ¿Cómo el iPhone no solo marcó un antes y un después, sino que también se mantuvo en el top del mercado? Si lo pensamos, nuestra vida se ha reducido a ese dispositivo electrónico que nos acompaña en todo momento. Solo que antes no se les daba tanto protagonismo.
Un teléfono era un teléfono; una cámara era una cámara; un reproductor musical era lo que era, y la navegación web como tal, era responsabilidad de un ordenador.
Todo cambió cuando Steve Jobs, en el 2007, presentó el nuevo producto de su compañía. Entonces ya existía el iPod, cuyo sistema se incluía al iPhone. Este teléfono era la reducción de todo cuanto componía al mundo social y del entretenimiento. Nadie escaparía del iPhone.
¿Cómo era el mundo sin iPhone?
Para dar respuesta a esto, primero debemos recordar cómo era todo cuando no existía el iPhone. En ese entonces, el teléfono más famoso era el BlackBerry. Por supuesto, estaban los Nokia también. Y Samsung aún no se dedicaba a la telefonía móvil, sino que fabricaba televisores.
Los teléfonos estaban diseñados para funcionar como una minicomputadora que recibía y enviaba mensajes; había una predilección por el teclado. No existía un store para las aplicaciones y las pantallas eran pequeñas. Si había algo bueno en esta época, era la interminable batería de los celulares.
Aunado a esto, de verdad, un nuevo teléfono no tenía gran impacto en los individuos. Sin duda alguna, la competencia existía, pero ninguna empresa innovaba tanto como para suponer un cambio masivo de usuarios a cierta marca.
Por otro lado, la competencia estaba reducida. Eran móviles contra móviles. Más tarde, cuando el iPhone se impuso sobre todos, se empezó a competir en otros campos, videojuegos, música, entretenimiento y más. Sin duda alguna, la salida y evolución del iPhone fue el primer paso a la modernización actual.
Minimalismo tecnológico: la salida del iPhone
Luego vino la integración y reducción del mundo humano a un solo dispositivo. La predilección por el teclado desapareció: todos los teléfonos, a partir del iPhone, se despidieron del teclado. La música estaba en el mismo lugar y la cámara también.
Quienes se oponían a este nuevo orden, desaparecían. Tal fue el caso de BlackBerry, cuya empresa no quiso aprender de la evolución del iPhone. Samsung entró más tarde a la contienda telefónica, pero siguiendo el patrón de Apple.
Se extendieron largas colas afuera de las tiendas de Apple, en espera del nuevo dispositivo que Jobs había prometido que cambiaría el mundo. Al mismo tiempo, fue un cambio en la visión del mundo hacia los teléfonos. A partir de entonces, formarían parte de nuestra vida.
Luego, vinieron años de innovación con la evolución del iPhone. Cada nueva versión era un paso más al reduccionismo y una prueba de que el futuro estaba en la tecnología. Su modelo se volvió más ligero, compacto, delgado, brillante. Simplemente cada vez más moderno.
iPhone tras iPhone
Todo inició con el “iPhone” de primera generación. Era pequeño, con 4 GB de memoria, acceso a Internet, cámara y música. Poco a poco iría cambiando, no solo el teléfono en sí, sino las tendencias en el mercado. Vino el “iPhone 3G” (2008), que trajo consigo la integración de la App Store.
Esto supuso que hubiese un aumento en la memoria del teléfono para poder almacenar las aplicaciones. Más tarde llegó el pequeño gigante: el iPhone 4. El gran impacto estaba en su cámara; ahora tendríamos a disposición una cámara frontal y la hermosa opción de grabar vídeos en HD.
Salió el iPhone 4s presentándonos a Siri, y fue a partir del iPhone 5 que Apple supo cómo se representaba, físicamente, lo tecnológico y moderno. Es por eso que, a partir del iPhone 6, podemos dividir la evolución del iPhone.
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El iPhone 6 (2014), a diferencia del 5, era un poco más grande y delgado, de bordes más curvos. Aquí aparecieron las versiones plus, que fueron un éxito. Con el iPhone 6s (2015), tener uno era como tener una cámara semi profesional en la mano.
Pero los colores eran siempre los mismos. Esto cambió con el iPhone 7 (2016). Se añadían dos versiones más: el negro mate y el “PRODUCT (Red)”. Además, desapareció el puerto para los auriculares, siendo sustituido por el puerto para cargar el teléfono. Vino el iPhone 8 en 2017 y, más tarde, la serie X.
Pioneros en la pantalla táctil, la serie X es toda pantalla. Integra la nueva función “Face ID” y una doble cámara. El iPhone 11, que vino después, incluía una tercera cámara. Pero la versión más nueva (12), sí da de qué hablar.
La evolución del iPhone se detiene en este punto para volver a un diseño antiguo. La versión Pro-Max del iPhone 12 está diseñada a la manera del iPhone 5; cuadrado, pero más grande, además de representar el último ápice de la modernidad.
Un símbolo de la modernidad
El iPhone se ha vuelto, sin duda alguna, lo más representativo del siglo XXI. Fue no solo un reto para las demás empresas de telefonía, sino un reto para todas las industrias afines al entretenimiento. Hay más teléfonos además del iPhone, pero fue este el que inició el proceso que hoy nos ayuda a llevar todo un mundo en el bolsillo.