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El asombroso funcionamiento de una grabadora de sonido

En 14/06/2022
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Desde siempre el hombre ha querido dejar registro de su paso por el mundo en todos los órdenes, incluyendo los sonidos que captan sus sentidos. Así que aplicando su ingenio creó la primera grabadora de sonido para plasmarlos e inmortalizarlos, empezando con la grabación de su propia voz.

La más antigua grabación de la voz humana de la que se tenga registro se realizó en 1860 por Édouard Scott usando un papel ahumado. Esto representó un maravilloso adelanto, pero había un pequeño problema: no se podía reproducir lo grabado.

El principio de la grabadora de sonido

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Una grabadora de sonido es la máquina que hace el proceso de grabación, cuyo principio es captar datos, llevarlos a un formato y almacenarlos adecuadamente. Hablando técnicamente, es inscribir de manera mecánica o eléctrica las ondas de sonido.

Existen dos tecnologías involucradas en la grabación: la analógica, que dominó durante muchos años y la digital, muy propia de los actuales tiempos. La primera usa micrófonos para captar las ondas acústicas que viajan por el aire y plasmarlas como ondas gráficas en un cilindro (en los primeros tiempos).

Luego se usó cinta magnética donde los sonidos que vienen del micrófono se convierten en corriente eléctrica modulada en fluctuaciones electromagnéticas. Estos sonidos convertidos en datos quedan grabados en tracks o pistas sobre la cinta, que se fabrica con cromo u óxido ferroso.

Cintas magnéticas

A diferencia de los rodillos de cera que Edison usó al principio, ya bien entrado el siglo XX comenzaron a usarse bandas plásticas magnetizadas con óxido ferroso. Más tarde, en Alemania, la empresa BASF aplicó cromo a las cintas, lo que mejoró enormemente la calidad en el sonido grabado.

A partir de allí se amplió el uso de este medio porque la cantidad de información a almacenar también aumentó, desde audio hasta video y datos. De igual manera se expandió el tipo de cinta, tanto en los químicos usados como en las medidas.

Dependiendo del dispositivo empleado para reproducirlas, las cintas magnéticas han evolucionado:

  • De bobina, valiéndose de un magnetófono.
  • Cassette, o formato compacto, que fue el que finalmente se impuso para uso comercial y casero.
  • Cartucho, populares a principios de los 60s, donde el ancho de cinta era mayor y almacenaba hasta 8 pistas de grabación, a los pocos años fue desplazada finalmente por el cassette.

Hoy día se siguen usando cintas pero a nivel de grabación profesional y para resguardar ciertos archivos, aunque ya no a nivel masivo.

Cómo se graba el sonido en cinta

Las cintas magnéticas no son más que bandas plásticas donde se añaden partículas de metal magnetizadas. Los imanes cuentan con dos polos, al acercar otro imán estos polos empiezan a moverse.

De forma análoga cuando hablamos producimos vibraciones que viajan a través del aire. Estas son recogidas por el diafragma de un micrófono que las convierte en ondas eléctricas. Dichas ondas se desplazan por una bobina que se enrolla sobre un metal conocida como cabezal.

El metal de este cabezal recibe la electricidad y crea magnetismo, formando campos magnéticos en las partículas ferrosas adheridas a la cinta. Dichas partículas tienen la capacidad de retener el magnetismo, completándose el proceso conocido como grabación.

Cómo se reproduce

El proceso de reproducción es al contrario: la cinta hace toca el cabezal el cual ya no recibe electricidad. El metal ya magnetizado, pasa este magnetismo directo al cabezal. A la bobina enrollada en este se inducirá electricidad similar a la usada cuando se va a grabar.

Dicha electricidad se amplifica y se transmite hasta un altavoz donde se reproducirá el sonido ‘capturado’ en la cinta. En resumen, las cintas son como imanes pequeños creando campos magnéticos que facilitan la reproducción.

Esa es la razón por la que, si acercamos una cinta a un imán, se creará un nuevo campo magnético y se borrará la cinta. La gran ventaja de este tipo de cintas es que se pueden ser grabadas, borradas y volverse a grabar lo que fue muy útil a nivel periodístico.

Funcionamiento mecánico

En forma general, una grabadora de sonido tiene un funcionamiento similar a sus pares más pequeños que también son reproductores. El proceso comienza al introducir la cinta en el equipo reproductor, el cual consta de anclajes que sujetan la cinta firmemente.

Un motor pone la cinta a girar a velocidad uniforme para que empiece a hacer contacto con el cabezal. Para evitar vibraciones que afecten el funcionamiento hay unos cabrestantes o rodillos de goma que ejercen presión.

Generalmente las grabadoras usan tres cabezales: uno borra el registro grabado, el siguiente graba mientras el otro reproduce. Al pulsar el mecanismo de grabación la cinta toca el cabezal de borrado e inmediatamente el que graba aplica magnetismo sobre la cinta. Al momento de reproducir, el último cabezal de la grabadora de sonido hace presión y ‘lee’ la cinta.

Tipos de cintas

Según el uso y el formato las hay de tres tipos.

1 Abiertas

Conocidas como reel to reel han jugado un papel decisivo en radioemisoras y estudios profesionales. Hicieron posible la grabación, transmisión y archivo de música, entrevistas y programación variada.

Hay anchos de 1/8 de pulgada y de ½ pulgada, siendo un factor proporcional, porque a más ancho de cinta, es superior la calidad en la grabación.

2 Cassettes

Ha sido el formato con el uso más masivo en el mundo por su versatilidad y facilidad de empleo y transporte. Básicamente consta de un par de carretes pequeños de cinta en un case plástico lo que permitió su masificación. Su pico de popularidad llegó con la invención del walkman.

3 Cartuchos

De mayor tamaño que un cassette, se usaban para transmitir las cuñas radiales.

Avance

Los procesos de desarrollo no se detienen, en el afán del hombre por dejar registro de sus pensamientos, sus expresiones y su voz. El principio es el mismo, solo cambia el soporte y la forma de leer los datos. Al final queda el propósito: dejar algo para la posteridad.

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