El desarrollo de Internet en México es una página crucial para entender la evolución de la red y las comunicaciones a nivel global. No hay duda de que, hoy en día, no podemos imaginar nuestras vidas sin las bondades de la conexión en línea.
Sin embargo, hubo un tiempo en que la sola idea de Internet era nada más que un sueño. Pero los sueños, si son perseguidos, pueden hacerse realidad. La historia, que es sabia, así lo corrobora.
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Los primeros pasos de Internet en México
A estas alturas, todos consideramos que Internet es el último gran fenómeno global que ha cambiado la vida de las personas. Sin embargo, quizá no todos sepan cómo y dónde surgió esta revolucionaria forma de interconectarnos entre todos. Y es que antes de que llegara a nuestros hogares, fue el ámbito académico el que impulsó y estableció el contacto de Internet en México.
Muy atrás queda la primera conexión (ARPANET) establecida, en 1969, entre los ordenadores de cuatro universidades e institutos norteamericanos. La red unió las computadoras de estas instituciones:
- Universidad de California, Los Ángeles.
- Universidad de California, Santa Bárbara.
- Universidad de Utah.
- Instituto de Investigación de Stanford.
Los objetivos que se perserguían detrás de estas tentativas de comunicación eran, más que nada, militares y/o académicos. Además, hasta la década del ochenta Internet no traspasó las fronteras de Estados Unidos.
El surgimiento de Internet en México puede situarse en 1989, cuando el ITESM (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey) se enlazó a la NSF (National Science Foundation). Dos años antes, sin embargo, la ITESM y la Universidad Nacional Autónoma de México habían establecido la primera conexión a través de BITNET.
En adelante, las conexiones entre las comunidades académicas mexicanas y estadounidenses se sucedieron con cierta frecuencia. Aunque el ITESM y la UNAM fueron pioneras, a partir de las noventa otras instituciones mexicanas se sumaron a la red. Algunas de ellas son:
- Universidad de Las Américas.
- Universidad de Guadalajara.
- Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Los primeros usos de Internet
De acuerdo a los objetivos académicos, el uso de Internet se reducía a satisfacer los propósitos comunicativos de la comunidad científica y universitaria. Estos eran los tres servicios más utilizados:
- Traspaso de archivos.
- Correo electrónico.
- Acceso remoto.
Antes de establecerse la primera conexión entre México y EEUU, los académicos y científicos mexicanos se sentían afuera del mercado del conocimiento. Y es que, a decir verdad, la revolución que significó Internet en el sector del conocimiento condicionó por completo las posibilidades de desarrollo de los países.
Un comienzo difícil
Los comienzos de Internet no fueron nada fáciles en el país. A pesar de que siguieron dándose estas conexiones entre las universidades mexicanas y las estadounidenses, los problemas infraestructurales y tecnológicos fueron frenando el desarrollo.
La conexión se veía constantemente interrumpida por caídas inesperadas, lo que exasperaba a los académicos nacionales. El cableado era precario y la infraestructura insuficiente. No fue sino hasta principios de los noventa que el financiamiento nacional e internacional mejoró las prestaciones necesarias para una conexión de calidad.
En 1994 se creó RedUNAM para abastecer y dar acceso al servicio a Internet, siendo PiXELnet la empresa que comenzó a prestar el servicio. Se calcula que, en ese año, las computadoras conectadas a Internet en México superaban las 5000 unidades.
De ahí en más, Internet dejó de ser de uso restringido en las universidades para convertirse, con el correr de los años, en el fenómeno que hoy conocemos. La sociedad mexicana, poco a poco, comenzó a descubrir su potencial y se dieron los primeros pasos en el campo de la divulgación y el conocimiento de las bondades de Internet.
La democratización de Internet
Aunque las primeras décadas de Internet estuvieron restringidas al ámbito académico, a mediados de los noventa su utilización se democratizó por completo. Se dice que, a fines de 1995, las entidades comerciales en línea comenzaron a superar en número a las instituciones educativas. Esto significó un quiebre en la manera de entender lo que Internet podía llegar a ser.
En 1996 nacieron algunas sociedades de Internet con la intención de cooperar en el desarrollo y el conocimiento del fenómeno. Durante ese tiempo, mientras las empresas de telecomunicaciones se hacían eco de los beneficios de la red, el usuario medio empezó a incorporar computadoras con el servicio de Internet en sus hogares.
La infraestructura para el soporte de las conexiones, hasta ese momento no del todo desarrollada, fue impulsada por gobiernos y empresas privadas. Era el momento de apostarlo todo al nuevo fenómeno, ya que este prometía un campo inexplorado y fértil para las nuevas posibilidades del mercado.
A comienzos de los 2000, no era extraño encontrar una computadora con acceso a Internet en los hogares mexicanos. Esto fue posible gracias al gran incremento de los proveedores del servicio. Según las estadísticas, en 1997 eran más de 150 los que ofrecían conexión en red al usuario medio.
Actualidad
A lo largo del siglo XXI, las empresas comerciales comenzaron a incorporar estrategias de distribución e implementación de Internet, ya con un mercado bastante consolidado. El fenómeno, por supuesto, no se redujo a las fronteras mexicanas, sino que se dio con características similares tanto en otros países latinoamericanos como europeos.
Hoy en día, la conexión a Internet en México ha dejado de ser exclusiva de las computadoras. Según las últimas encuestas, más del 90% de los usuarios que se conecta a la red lo hace por medio de su teléfono inteligente. Esto quiere decir que traspasó el ámbito del hogar y es posible estar conectado en cualquier momento y en todo lugar.
En definitiva, el surgimiento de Internet ha cambiado nuestras vidas y la manera de relacionarnos. La historia de su implementación en los países del mundo ocupa una página notable de las naciones y del progreso humano. México no es la excepción.