Los autos voladores implican una expresión futurista que mucho se ha tratado en películas e historias de ciencia ficción. Hablamos de un asunto que hasta hace poco no era más que fantasía. Pero, gracias a los avances tecnológicos, hoy resulta muy probable y próximo a cobrar vida tangible y palpable.
De hecho, una de las mayores sensaciones en el Salón del Automóvil de Barcelona, año 2019, fue precisamente la exhibición de un coche volador. Se trata de un prototipo desarrollado por el holandés Pal-V Liberty Pioner, con un peso de 664 kg y espacio para dos personas.
Sin dudas, el futuro medio de transporte altamente tecnológico soñado en el pasado anuncia su llegada. Pues, es muy probable que pronto comencemos a ver los primeros de aquellos en las calles del mundo. No obstante, antes deben satisfacerse 6 puntos de interés que te invitamos a abordar enseguida.
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1 – Desarrollo de una infraestructura acorde
Uno de los aspectos que mayores expectativas causa respecto a la aparición de los futuros autos voladores radica en la infraestructura que ameritan. Y es que, para poder materializarse este asunto, habrá que dotar a las ciudades de elementos necesarios para albergar a aquellos.
Tanto calles como avenidas deberán ampliarse y liberarse de elementos como cableados y árboles, entre otros, que interfieran en el proceso. Además, las distintas edificaciones de las urbes habrán de poseer capacidad tanto para el tránsito de los vehículos flotantes como para sus respectivos aparcamientos.
En definitivas, su aparición cambiará todo el paisaje urbano como lo conocemos. Ello implicará, quizás, uno de los más destacados saltos evolutivos de la sociedad humana desde el punto de vista tecnológico.
2 – Autonomía operativa
Uno de los mayores retos que presenta este vanguardista tipo de transporte radica en la capacitación que exigirá a sus usuarios. Como se sabe, el pilotaje en máquinas voladoras como los aviones exige una preparación exhaustiva que no estarían dispuestos a asumir solo para poder trasladarse.
En ese sentido, para evitar cualquier tipo de accidente futuro como derivado de tal realidad, lo que se pronostica es el uso de pilotos automáticos. Se trata de sistemas de vuelos tanto programables como fiables para trasladar a las personas de un lado a otro sin riesgos derivados.
De esta manera bien podría lograrse un tráfico organizado y perfectamente sincronizado. Esto es lo que garantizará una acción ordenada por parte de tales unidades de transporte que, todo parece indicar, abundarán en todas partes del mundo.
3 – Confiabilidad y seguridad
Actualmente, el tráfico de transporte aéreo es considerado el más seguro del que dispone el ser humano. Ya que aun cuando lamentablemente implica algunos accidentes, realmente su porcentaje es muy pequeño al comparársele con la totalidad de los vuelos.
Tal realidad amerita el desarrollo de un sistema extremadamente coordinado de acción para evitar incidencias negativas en un cielo para entonces colmado de objetos voladores. En ese sentido debe referirse una vez más la automatización de dicho acto.
Definitivamente este tipo de tecnología amerita una especie de cerebro con inteligencia artificial destinado a coordinarlo todo. Se trataría de un sistema capaz de organizar el transporte de personas con seguridad y confiabilidad. Cosas como la velocidad y el cruce de intersecciones, etc., serían controlados por aquel.
4 – Estabilidad aerodinámica
Como bien sabido resulta ser, los cuerpos humanos han sido diseñados por la naturaleza para desenvolverse sobre tierra firme. Por ello, asuntos como la navegación en el mar, o incluso los vuelos en aviones puede causarle mareos y vértigos, entre otros malestares.
Es justo por tal razón que el desarrollo de esta tecnología ha tardado en presentarse al público como herramienta de uso. Pues antes exige la implementación de sistemas de estabilización que garanticen a las personas firmeza en sus traslados.
Lo ideal es que sus ejemplares ofrezcan tanto o más confort que los vehículos hoy existentes para que resulten atractivos a sus potenciales usuarios. De lo contrario podría generarse una especie de rechazo hacia esta novedad y, por ende, provocando su fracaso comercial y su aplicación futura.
5 – Reducción de contaminación sónica
Uno de los grandes problemas que enfrentan las ciudades radica en el exceso de ruido vehicular derivado. Esto podría ser incrementado, precisamente, por los autos voladores que existirían futuramente, en caso de contar con sistemas convencionales de elevación como hélices y turbinas.
Por ello se han estado desarrollando grandes alternativas para lograr la flotabilidad de aquellos, puesto que de ello depende el empleo de su tecnología. Así que para cuando se muestre como un producto aplicable al común de las personas, seguramente será sigiloso y positivo para armonizar la vida citadina.
6 – Sincronización entre vehículos voladores
Como se dijo antes, para que este sistema sea viable a futuro se requerirá de una especie de cerebro computarizado que coordine el tráfico derivado. Para ello además resulta imprescindible que cada vehículo funja como plataforma informativa transmisora de datos a dicho coordinador computacional.
Aspectos como la ubicación exacta de estos, su velocidad y la distancia entre sí resultan indispensables para coordinar su tráfico. Por tal razón cada uno de los autos voladores contará con un sistema computacional de comunicación en tiempo real muy avanzado y eficiente. Solo así podría evitarse el caos.
Perspectivas actuales
Aunque hoy es un hecho ya presentado en prototipos, la tecnología de autos voladores sigue siendo un tema costoso. Ello hace que cualquier intento de colocarle a disposición del común de las personas sea poco probable en los presentes momentos.
En ese sentido los desarrolladores de aquella trabajan arduamente para bajar el valor de sus ejemplares y ponerlos al alcance de todos. En el presente la tecnología referida ha cobrado vida, tal como la del vehículo tradicional en tiempo pasado, solo que inicialmente para algunos pocos privilegiados.
En ese orden de ideas, fue Henry Ford quien logró abaratar costos mediante su producción en serie, fomentando su uso masivo. Ahora solo nos queda esperar algún salto semejante que facilite este vehículo al común de las personas, algo que seguramente sucederá en el cercano porvenir.